domingo, 24 de noviembre de 2013

N.M.

Yo, que siempre he sido de P.A., de notable, de sobresaliente y luego de notable otra vez. Yo, que nunca saqué una matrícula de honor en la Universidad, pero entregué cada trabajo a tiempo, que esperó pulcramente encuadernado varios días antes de cada fecha de entrega. Yo que nunca me identifiqué con las prisas, con las anécdotas de la noche sin dormir antes de un examen ni con el café en vena.

Yo siempre fui una buena alumna. (Casi)nunca me hice chuletas. No las necesitaba, pero no por lista, sino por tozuda. Por pesada. Nunca me levanté de la silla sin saberme al dedillo la lección. Fui de las de memorizar, no de las de entender. Y, claro, ahora no me acuerdo de nada. Ni de la capital de Turkmenistán, ni de las declinaciones de latín, ni de los tipos de oraciones, ni de la tabla del 9 si me apuras.

Quizá ese ha sido mi problema. Tanto repetir y repetir la misma historia sin pararme a pensar, a comprender, a digerir. A entender que 1+1 no siempre es 2. A veces es 1, 3 o incluso más. Siempre fui una chica aplicada y, por el camino, me olvidé de hacerme más chuletas, memorizar menos y tirar más de "cabeza". Ay, sí le hiciera más caso a mi cabeza...

Yo, que nunca suspendí una asignatura y tan sólo un par de exámenes en toda mi etapa escolar. Yo, que siempre salí del paso, hasta en exámenes imposibles con preguntas insospechadas de esas que las lees y te entra una risilla floja por no llorar. Ni siquiera entonces tiré la toalla, porque no quería fallar, no quería suspender. No quería repetir.

Pues ahora yo... Necesito Mejorar. Mejorar en geografía para no olvidar donde estoy y donde quiero estar. En matemáticas para dejar de contar las horas, los días, los mensajes, las llamadas, y contar las nubes, los sueños, los besos. En ciencias para comprender que cerebro y corazón van de la mano, a pesar de que la literatura y la sabiduría popular los sitúen siempre como acérrimos enemigos. En historia, para entender que el pasado sólo es una forma más de entender el presente.

Necesito mejorar y lo haré. A pesar de que esta vez, ya llevo un par de cursos repetidos. A pesar de que, si esto fuera el instituto, sería la más mayor de la clase. Ese veinteañero con barba atrapado en una vida de quince eternos años. Pero da igual. Da igual porque nunca es tarde. Porque en mi clase de la universidad había señoras mayores. Y más vale tarde que nunca. Más vale repetir, repetir, repetir, y después ganar. 


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