martes, 2 de abril de 2013

Explosión de chocolate, patatas fritas XXL y otras exageraciones publicitarias

Lo confieso. Me da miedo, pavor, utilizar esa crema dentífrica super-hiper-blanqueadora que anuncian en la tele por si me despierto con los dientes fosforescentes como Ross Geller en un capítulo de Friends. Me pasa algo parecido con el rimmel. Pues sí, claro que quiero unas pestañas más largas y tupidas, pero al estilo Audrey Hepburn, más que a lo jirafa de la sabana africana. Porque, que queréis que os diga, con eso del "ahora tus pestañas, tres, cuatro y hasta veinte veces más largas" al final más bien parece que las modelos y famosillas lleven adheridos a los párpados auténticos cepillos de caballo.





Mi pregunta es: ¿nos hemos vuelto locos? Mi auto-respuesta: afirmativo. La publicidad es cada vez más grotesca, más desproporcionada, más monstruosa, diría yo. Ahora, los rollos de papel higiénico son más grandes que mi cabeza (claro, es que me "regalan" el 20%). Las patatas fritas son tan grandes que no le caben a uno en la boca. Y tan, tan crujientes que comerlas provoca un efecto mariposa: el "crunch" de la patatilla que me como en el salón de mi casa genera unas ondas que se transmiten por aire, tierra y mar y hacen tambalear los cocos de las palmeras de Honolulu. Cuidado, es que son patatas "XXL con supercrujido bestial y atronador".

La parte buena es que ahora no hace falta drogarse para vivir una auténtica "experiencia sensorial". Mascar un simple chicle de sabor "intenso y supersensación" te puede hacer ver chiribitas. Y el café que hacen ahora... Eso sí que es intensidad. Auténtico aroma y sabor que te harán sufrir un ataque epiléptico.

Por cierto, chicas, para las que os gusta ir siempre monísimas y os fastidia tener que retocaros el maquillaje constantemente, ahora anuncian unos pintalabios indelebles, rollo tatuaje forever and ever. Eso sí, atinad con el color (y con el pulso), porque son tan resistentes (24, 48 y hasta 2385 horas) que no cabe arrepentimiento alguno. 


Y hablando de arrepentimientos y esas cosas, los preservativos ya no son ese antiguo y simple método anticonceptivo. Ahora resulta que con un pedazo de látex se puede resolver el eterno problemilla de desincronización sexual entre hombres y mujeres. Ahora el clímax conjunto es posible (¿cómo? Ni idea, pero lo dice la caja...) gracias a unos condones inteligentes que, cualquier día de estos, ya hasta llevarán una dinamo incorporada. 

Me gustaría terminar este despotrique publicitario con el elemento estrella. El protagonista de los mayores excesos y desproporciones de los anuncios. El chocolate. Y es que en estos tiempos, todo, y digo todo, lleva MÁS chocolate. Donuts rellenos y también bañados a los que les das un bocado y acabas pringado hasta las cejas. Porque todo lo que llevaba chocolate por dentro, ahora lo lleva también por fuera. Tarros de Nocilla tamaño barril de vino. Galletas con un quilómetro de crema de cacao que, te comes una, y ya no cenas. En la publicidad actual, todo es una "explosión de chocolate". Nunca hay suficiente. Y lo cierto es que esta parte es la que menos le molesta a esta golosa criticona y, lo sé, un tanto exagerada.



4 comentarios:

  1. Que grande Ross, me ha entrado mono de Friends.
    Lo que me he reido con lo del pulso (entre otras cosas), a alguna le venia bien practicar.
    Todavia no he probado esas súper patatas, pero os avisaré por si cuando pase sentis un temblor por esos lares.
    Buen miércoles y, te felicito una vez más ;)

    http://be-beauti-ful.blogspot.com.es/

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    1. Por cierto, lo de los preservativos no tiene nombre, es como colo lo dice la caja ya es suficiente (ironia modo ON) ...
      Anonadada me quedé cuando lo vi la primera vez ...

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    2. Joe que panoli, que he escrito ? ¬¬
      ''Es que como lo dice ...''

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    3. jajaja me alegro de que te haya gustado. Si es que hay cosas que... verlas para creerlas. Tenía que soltarlo. Gracias por leerme :)

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