jueves, 11 de octubre de 2012

Reincidente

Reincidente en probar.
Reincidente en apostar.
Reincidente en temer.
Reincidente en querer.
Reincidente en complicar.
Reincidente en fallar, y en volver a intentar.
Reincidencias pasadas, presentes, y ojalá futuras.

Porque ojalá nunca me case de perder, reapostar y volver a jugar.
Y esta vez ir a ganar. A por todas.

Que mi ya maltrecho escudo muera cada día un poco más.
Que no me dé miedo salir herida de las mil batallas que a mi corazón se le encapriche librar.

Porque, ¿qué narices importa perderlo todo si durante un segundo creíste ganarlo y valió la pena?





Ojalá que la fe ciega sea siempre mi mejor compañera, hasta que la evidencia la quiera asesinar.
Ojalá nunca eche de menos el orgullo, el recelo, la sospecha, la inseguridad, incluso cuando sean fundados. 
O a esa voz que te dice que te la vas a pegar y lo sabes. 
Ojalá ya no la escuche nunca más, y ojalá no tenga razón



Remember how you saved me now
From all my wrongs...

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Existe un 'estúpido' juego en el que una persona se pone de espaldas a otra. Hasta ahí todo bien. Pero la primera, dice el juego, ha de dejarse caer confiada hacia atrás, (cierre los ojos, te dicen, es más fácil así) esperando que la segunda la coja antes de llegar al suelo.

    Ese 'estúpido' juego en el que nunca, nunca, nunca, dicen, te van a dejar caer. Y me vino a la cabeza cuando descubrí esta canción hace exactamente dos meses.

    Ojalá la 'estupidez' más grande que cometamos sea la de confiar en alguien. Porque no es ninguna estupidez.

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