viernes, 9 de noviembre de 2012

Tirabuzones

Sucede que a veces, una intenta peinarse lo mejor que puede. Trata de domar con esmero su indefinida melena, ni lisa, ni rizada. La mima con todo tipo de productos. La estruja y modela buscando una forma. La forma. Y nada. Acaba saliendo a la calle con unos pelos que, como diría la gran Mafalda, presumen de su libertad de expresión.

Sucede que a veces, un día te cansas de poner tanto esmero con el secador y el peine de púas anchas. Y, sin hacer nada especial, surge el milagro. Te miras al espejo, resignada, y lo ves. Un tirabuzón. Precioso. Perfectamente enroscado. Brillante y sofisticadamente desenfadado. ¿Y qué narices he hecho yo hoy, que no hice otros días, para lucir así? Ni idea.





Sucede que a veces, nos empeñamos en buscar la perfección detrás de cada esquina. En esforzarnos para que todo esté bien. En pedirle peras al olmo. Nos dejamos la energía en convertir las cosas en lo que queremos que sean, en lugar de dejarlas ser. En lugar de practicar algo mucho más sencillo. Tan sencillo que nos suena a locura: aceptar y elegir. "Esto es blanco, me gusta, lo compro". "Esto es negro, no me gusta, no lo compro". O viceversa.

Sucede que a veces, un día "tiramos la toalla". Y lo que a veces puede parecer una bajada de brazos, una rendición, puede convertirse en bendición. La apatía puntual es un revulsivo. Mirar las cosas con distancia y serenidad ayuda a tomar decisiones inteligentes. Y de repente, cuando menos esperamos que las cosas pasen, cuando menos forzamos que A sea B. Cuando decimos para nuestros adentros: "vale, bueno, pues así están las cosas", podemos estar abriendo puertas con la llave de las soluciones. Soluciones sencillas a problemas que creíamos gigantes, y hoy, sólo son molinos. 

Y es que todos deberíamos entender la vida como un tirabuzón. Las cosas buenas hay que buscarlas, potenciarlas, sí. Pero tampoco es mala idea aprender a relajarse, a esperar, a cambiar "resignación" por "aceptación", y pensar que en toda vulgar melena nace, alguna vez, un tirabuzón.



P.D. La inspiración surge de cosas sencillas. ;)